sábado, 29 de marzo de 2014

Palaima ante mis ojos

Desde hace unas semanas y como quizás en muchas partes de Maracaibo y Venezuela en general, en la entrada principal del Conjunto Residencial Palaima, donde vivo se armó una "barricada", está, entiendo fue levantada por la guardia nacional un par de veces, hasta que a algunos vecinos (y otros que no pertenecen a esta comunidad) se les ocurrió formar una "resistencia" que vigilara día y noche por la permanencia de la misma. Más temprano que tarde comenzaron los enfrentamientos, al principio todo fue "suave", con el pasar de las madrugadas los ataques (de parte y parte) fueron agarrando nivel.

Estos "jóvenes" armaron su "guarida" en la entrada principal, algunos apartamentos y la oficina de condominio del primer edificio. Aquí como en muchas otras "resistencias" llegaban insumos para ellos, que no solo se basaban en comidas, bebidas y medicamentos, iban más allá, cajas de cervezas, bolsas de gasolina (o cualquier otro producto inflamable), yeskeros, telas, y pólvora (cohetes). Los muchachos pasaron de estar con sus caras descubiertas, a estar sin franela y encapuchados. Dormían en los jardines y caminaban con las famosas bombas molotvs en mano. Luego de uno de los ataques más preocupantes (fue de madrugada y con balas) un vecino solicitó una reunión de las juntas de condominio de los 5 edificios que conforman el conjunto para que se tomara una decisión con respecto a la situación en la que se encontraba la comunidad y ante los ataques recibidos.
Esta reunión se celebró un domingo a las 3 de la tarde aproximadamente, cada edificio tuvo la oportunidad de exponer su posición, la mayoría estaba preocupado por la situación, pero nadie se atrevía a decirle a esos energéticos "jóvenes" que allí no podían estar, por poner en peligro a una comunidad de más de 400 familias. Por lo que se decidió realizar una asamblea de propietarios con urgencia en la cancha ese mismo día. La resolución de la asamblea se sabía incluso antes de empezarla (Iban a permitir que los muchachos se quedaran allí) no sin antes hacer unas acusaciones irresponsables y exclamar asuntos que no venían al caso.
La mayoría de los vecinos coincidió que no estaban en contra de la protesta, pero sí de la forma en que se estaba llevando acabo, debido a que nos hacia un blanco fácil, y conociendo ya los excesos del gobierno y del ente represor principal (GNB) estábamos en un "suicidio", pero repito, nadie tenía el valor suficiente para decirle a los muchachos que tenían que salir de allí, así que se pusieron ciertas condiciones para que la "protesta" continuara, una de ellas era que debían parar las detonaciones nocturnas, (de madrugada los muchachos se disponían a lanzar cohetes y probar nuevas armas para su "defensa") otra de las condiciones fue que si al día siguiente la única "resistencia" activa era la nuestra, debía ser desmontada, porque eso refería a que toda la fuerza iba a ser aplicada a nosotros, NINGUNA de estas dos condiciones principales se cumplieron, ni las detonaciones pararon, ni se levantó la "resistencia" aun cuando era el único foco en la ciudad.

Pasamos gracias a Dios más de 10 días sin ataques. Antes de eso hubo una noche de terror la guardia azotaba con detonaciones y perdigones en horas de la madrugada, los muchachos se hicieron custodios por decisión propia del único portón que permitía la entrada y salida a 3 edificios del conjunto residencial. Luego de esa noche por al menos 3 días la GNB montó alcabalas en las inmediaciones de la residencia donde revisaban carros y papeles.

Ante la situación los jardines de Palaima cada vez estaban menos transitados, los "jóvenes" era quienes desfilaban a todas horas (sobre todo de madrugada) sólo los vecinos que apoyaban la "resistencia" bajaban y los acompañaban por breves momentos, los propietarios y/o residentes se abstenían de hacerlo, debido a que el ambiente no brindada ni paz ni seguridad. 

Fue el jueves 27 de Marzo cuando grupos de motorizados ingresaron por el portón de la "callejuela" a destrozar vehículos, lanzar molotvs y disparar con armas de fuego, en consecuencia algunos vecinos fueron golpeados . Ya ahí el panorama había cambiado, desde las 2pm de ese día hasta entrada la madrugada del viernes 28 se vivieron horas de puro terror dentro del conjunto residencial, primero el ataque de los colectivos, luego la inminente amenaza de los muchachos hacia los vecinos que mostraron descontento y/o inconformidad con su "actividad" y más adelante la entrada represiva y abusiva por parte de la GNB nada más y nada menos que acompañada por los populares “colectivos”. Los colectivos se encargaron de destrozar lo que se les cruzara y a atacar sin medida a los edificios.
La guardia por otra parte se abría camino y lanzaba bombas lacrimógenas como una reina lanza caramelos en desfile de carnaval, la situación era aterradora e insoportable.  Habían motorizados que desde la calle disparaban con armas de fuego hacia los edificios. La barricada fue levantada, el paso vehicular rehabilitado y los "insumos" de los "resistentes" tomado por los cuerpos de "seguridad".
En lo personal no me encontraba en mi apartamento cuando esto sucedió, mi familia completa sí, hasta la señora de servicio que ese día nos había ido a trabajar. Sentí terror por lo que podía pasarle a ellos y a mis bienes. Tenía semanas sintiendo miedo por que "Guerra avisada no mata a soldado", yo era una de esas vecinas que no estaba de acuerdo con la "resistencia", en mi opinión no traía ningún beneficio, ni a la protesta nacional ni a la comunidad, además que gran parte de las personas que formaban el grupo no pertenecían a nuestra comunidad cosa que traía inseguridad dadas las condiciones, para mí era sumamente preocupante la situación y lo que eso podía traer. Se que vivimos en el autoritarismo, que no existe la separación de poderes y que estamos bajo un gobierno tirano, así que estos muchachos tenían todo en contra y nada a favor y nosotros los vecinos en la linea de fuego de los violentos.

Soy secretaria de la junta de condominio de mi edificio desde hace más de 5 meses, eso no sólo me ha hecho leer y releer la Ley de Propiedad Horizontal (LPH), sino que también me ponía en el deber de hacerla cumplir, al menos en mi edificio. En el pasillo de abajo de mi apartamento, al principio de la "resistencia" se reunían un grupo de al menos 15 jóvenes a refrescarse y descansar un poco luego de su "faena", La presencia de estos muchachos, donde solo 1 vivía allí me ponía los nervios de punta, subían y bajan escaleras, hacían uso del ascensor, que vale acotar que ese ascensor se puso a funcionar con mucho esfuerzo luego de más de un año parado, y aun esta en ese proceso interminable de reparación. Por lo que una noche, luego de indicarle al propietario que en las áreas comunes no se podían hacer reuniones y al ver que hizo caso omiso a lo que refiere un literal en la LPH, y ademas de la tenencia de productos inflamables que también incumple con uno de los literales de la mencionada ley, decidí bajar unos cuantos escalones y llamar la atención nuevamente, esta vez estaban allí unos cuantos muchachos los cuales al escucharme, se mostraron desafiantes, me amenazaron e insultaron. Yo por mi seguridad, me resguarde en mi apartamento, y entendí sin lugar a dudas que esa "resistencia" representada un peligro para todos, para ellos (los muchachos) todo aquel que disintiera de su presencia y acciones se convertía automáticamente en enemigos y pasaban a ser blanco de miradas y amenazas, eso pasó también con la administradora de la junta de condominio de la cual yo formo parte, hicieron acusaciones graves en su contra, la colocaron como "sapa" y como quien abría los portones para que la guardia entrara, cosa que NUNCA pasó, de hecho en su ventana hay un orificio causado por una bala el día 27 de Marzo cuando los colectivos ingresaron.

Hoy en día esos muchachos y lamentablemente algunos vecinos de mi edificio consideran a la Junta de Condominio responsable o por lo menos enemigos. Han vuelto a agredir a la administradora verbalmente a acusarla sin pruebas y amenazarla, luego del ataque de los colectivos (el primero, a las 2pm) un grupo de los manifestantes fue a golpearle la puerta de su apartamento porque ella se tenía que hacer responsable. Advierto que esto no me consta, pero ante la actitud que han demostrado esos "jóvenes" no me extrañaría.

Lo cierto es que la situación dentro de Palaima constituye un estado de ANARQUÍA, se trata de un grupo de chamos que no siguen agendas, y que quieren permanecer "hasta que caiga el gobierno", todos hemos sido sus enemigos en algún momento. Su lucha no está clara, y no la considero viable, por eso nunca la apoyé y estaba enteramente de acuerdo que tenía que terminar.

En la reunión de las juntas de condominios tuve la oportunidad de hablar con quien entonces se mostró ante los condominios como el "portavoz" o "líder" de ese grupo de “resistencia”, le comenté que no estaba de acuerdo, que esa acción nos ponía en peligro y arriesgaban a toda la comunidad, que había otras maneras de protestar y hacer llegar el mensaje, le propuse hacer una asamblea de vecinos  para invitarlos a manifestaciones pacíficas dentro de nuestro conjunto, teniendo en cuenta que somos más de 3000 personas, en ese momento le mencioné algunas acciones, ante esta propuesta, él me dijo que lo tomaría en cuenta, eso fue el 9 de marzo. Ya sabemos que no sucedió. Hoy me encuentro temerosa, con unos vecinos rabiosos, hambrientos de culpables, y los mismos encapuchados caminando por los jardines otra vez con botellas llenas de gasolina. 

Palaima sigue pareciendo más una zona en conflicto que una comunidad, sigue desolada, salvo la presencia de esos muchachos. Muchos vecinos han preferido estar fuera hasta que se normalice la situación, sobretodo en los edificios donde los muchachos pernotan. 

Yo por mi parte siento como el país se nos fue por el camino del odio y la intolerancia, como nos convertimos enemigos per se, y como la violencia pasó a ser la bandera para "lograr" objetivos. El Sr. Felix Farías lo dijo clarito "En conclusión: en 7 semanas de conflicto esto está trancao..." y no puedo coincidir más.


Que Dios nos ilumine, nos llene de amor y bendiciones, que entendamos que la paz no se impone, se asume con actitudes, y que el respeto debe prevalecer ante cualquier situación, que se puede no estar de acuerdo y que eso no nos convierte en enemigos y que ninguna lucha debe violentar o irrespetar los derechos de los otros.